lunes, 18 de enero de 2010

La dulce queja




Soneto de La Dulce Queja


Tengo miedo a perder la maravilla

de tus ojos de estatua, y el acento

que de noche me pone en la mejilla

la solitaria rosa de tu aliento.


Tengo pena de ser en esta orilla

tronco sin ramas; y lo que más siento

es no tener la flor, pulpa o arcilla,

para el gusano de mi sufrimiento.


Si tú eres el tesoro oculto mío,

si eres mi cruz y mi dolor mojado,

si soy la perra de tu señorío,


no me dejes perder lo que he ganado

y decora las aguas de tu río

con hojas de mi otoño enajenado.








Federico García Lorca

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