¡Dame la vuelta... como a un calcetín!!!! (II)

Y entonces... llegó ÉL... opositando a la plaza... de ser mi Amo... según sus propias palabras.

Plaza... que no había sido convocada... y que yo le recordaba... de vez en cuando.

Pensábamos parecido... en muchos aspectos... no solo en términos BDSM.

Desde el primer momento... quiso atraparme en su red... y yo... jugaba a escabullirme.

Aunque me hubiera dejado cortar los dedos... antes que reconocerlo por escrito... íntimamente... reconocía que... con su mente ágil y rápida... me ponía con frecuencia contra las cuerdas... y que si yo lograba escaparme... era porque no me llevaba al límite.

Físicamente me gustó... su sonrisa abierta... y su mirada limpia.

Y aún así... no estaba dispuesta a dar mi brazo a torcer.

¡No quería una relación!!!!... pero tampoco soy tan tonta... como para no reconocer algo bueno... cuando llega, jijijijijijijijiji.

Pensaba que... una vez que le aceptara como Amo... y me entregara como su sumisa... se acabaría el... "dame la vuelta como a un calcetín".

Si mi única libertad... como su sumisa... era estar... dentro o fuera de su red... ¿cómo seguiría dándome la vuelta?.

Cada vez... que me pone contra las cuerdas... que me lleva... más allá de mi misma... que consigue algo que... ni yo misma creo... ser capaz de dar... me está dando la vuelta... como a un calcetín.

Y ha sido fácil... en tanto en cuanto... la relación... siempre ha fuido con comodidad... quizás... porque básicamente... estamos de acuerdo en casi todo... aunque actuemos de forma diferente... debido a nuestros caracteres.

Y ha sido difícil... en tanto en cuanto... Él ha ido más rápido que yo... en muchos sentidos... rozando peligrosamente... ese límite... en el que te planteas... seguir o salir de la red.

Momentos peligrosos... que han provocado... lo que yo llamo... "crisis internas"... y que siempre... ha tenido como resultado... un salto hacia delante... a veces pequeño... a veces de gigante.

Esas "crisis internas"... siempre marcan... un antes y un después... y el terreno ganado... ya no se pierde.

Me asusta... cuando roza esos límites... pero cuando pasan... me doy cuenta de que... no sólo estoy... donde quiero estar... con quien quiero estar... sino que... me ha vuelto a dar... "la vuelta como a un calcetín"... y ojalá no deje de hacerlo... (tal y como Él dice)... durante muuuuuuuuuuuuchoooooooo tiempo.