domingo, 3 de enero de 2010

La fuente perdurable



Se estremeció al contacto de las manos

y ofrecía su cuerpo al alfarero

que ella siempre anheló: primero el rostro

después el talle luego las rodillas.



¡Oh sí! Mujer de barro que se vuelve

cántaro de aguamiel vasija húmeda

copa de vino para los desmayos

maceta de albahaca taza honda



cáliz de olor jofaina regalada

pila bajo la fuente perdurable

lamparilla de aceite que alumbrara



noches sin sueño y páginas de un libro

que está por escribir. ¡Oh sí; ser barro!

Barro que ha descubierto a su alfarero.




José Agustín Goytosolo





Carmen Bartolome

3 comentarios:

  1. Hermosa visión de ti misma arcilla, eres hermosa y de ti sólo puede brotar esa aguamiel de tu cántaro de amor. Bellísimo poema.

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  2. Que bello este texto, se nota claridad, frescura, esencia de ser arcilla y querer moldearse bajo las manos del alfarero y de la vida, eso seguramente es un reto mas en tu día a día porque con tus entradas comprendo que Amas la vida y amas luchar y darte a ella, por ello mis respetos y un besito.

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  3. Agradecida por vuestros comentarios... he de decir que... desconocía esta poesía... y fue una muy querida amiga... la que me la pasó.

    Según dice ella... soy yo... así que... os agradezco enormemente vuestras palabras.

    Besos para ambos

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