viernes, 14 de agosto de 2009

Un día "raro"



Ayer fue un día "raro".




Me desperté apática... y no me gusta sentirme así... sin ganas de nada... sin ¿emociones?.




Fue uno de esos días... en los que la frialdad puede anidar en mí... y lo que es peor... quedarse cómodamente instalada.




Puede que influyera... los tres días grises que lo habían precedido... y que yo había disfrutado... tumbada cómodamente en mi sofá... sumergiéndome en la lectura.




Ni el desayuno... ni la ducha... me animaron... así que salí a hacer unas compras ineludibles.




Me paseé por el mercadillo... sin fijarme en los puestos... pensé en comprar un jazminero... pero no me apetecía.




El sol... se hacía notar... y decidí ir a la playa... como alternativa a... no hacer nada.




Quizás debería llamar a alguna amiga... para no ir sola pero... uffffff... eso me obligaría a concretar hora... a charlar... y aunque generalmente disfruto de ello... no me apetecía en absoluto.




Al llegar a casa con las compras... mi niña estaba preparándose para irse... así que esperé que lo hiciera... para decidir que hacía al final.




Me conecté un rato... respondi unos correos "urgentes"... sintiendo que las neuronas estaban algo dispersas... y aunque leí más cosas... no tuve ganas de escribir más.




No tenía mucha hambre... (cosa rara en mí)... pero al final... disfruté del pisto murciano que había echo el día antes... y de un par de huevos fritos.




Mientras... recargaba el MP3... ya que me gusta llevarme a la playa... música y un buen libro.




El sonido de un sms en el móvil... me sobresaltó... al tiempo que me percataba... de lo poco pendiente que estoy de él en los últimos días.




Al tiempo que lo abría... me iba diciendo lo absurda que estaba siendo mi reacción.




Él está fuera de España... y aunque no lo estuviera... el contacto la última semana que había estado aquí... había sido menos frecuente.




Tan absurdo... como que era publicidad de mi compañía.




Sin embargo... en los breves segundos que había tardado en verlo... mis bragas se habían humedecido... provocándome una ligera excitación y desasosiego... que hacía tiempo que no sentía.




Sentí tal tensión... que necesitaba relajarme como fuera... y como a falta de pan... buenas son tortas... saqué de la maleta el vibrador... intentando recordar... cuando fue la última vez que lo usé.




A mis atrofiadas neuronas... no le llegó una respuesta.




Tumbada en la cama... semidesnuda... empecé a acariciarme con el vibrador.




Notaba que me faltaba algo... quizás unas pinzas... pero me "obligué" a prescindir de ellas.




¿Autocastigo?... es posible... aunque también es posible que... la realidad fuera que... esos deseos de masturbarme... nacían más del deseo de aliviar tensión... que de un deseo físico placentero en sí.




De todas formas... lo que no pude evitar... fue pensar en Él... en nuestro último encuentro... en el Fetish... en las sesiones de azotes de aquellos dos días.




Podía "verme" en aquel rincón del Fetish... "sentir" mis nalgas doloridas... coloreadas... aquel momento tan intenso en el que Él... sentado... fumándose un cigarrillo... me observaba... y yo no sabía que hacer... si incorporarme... o seguir sin moverme... esperando una indicación suya.




Aceleré los movimientos del vibrador... al recordar como me había sentido... como mi cuerpo había reaccionado en el momento en que tocó mi sexo.




Como había alternado... el dolor de los azotes... con el placer de sus dedos... hurgando en mi sexo... sin parar... hasta que me oía gemir.




El orgasmo me llegó... a la par que recordaba... cómo me había echo incorporarme... me había abrazado... besado...




Mientras mi cuerpo aun temblaba... entre los últimos coletazos del orgasmo... pude ver su mirada de triunfo... de alegria... de excitación... al tiempo que recordaba sus palabras... dichas con una sonrisa malévola... "hoy te estás poniendo morada a llorar".




Como en aquél momento... no pude evitar sonreir... yo odio mis lágrimas... un odio que desaparecía en el mismo instante... en el que veía... cómo las disfrutaba Él.




Durante unos minutos... sentí la sensación... de dejarme llevar por la placidez que me había proporcionado el orgasmo... cerrar los ojos... y dormirme... pensado en Él... pero estaba segura de que... si lo hacía... no saldría de mi apatía.




Sacudí la cabeza... y preparé la bolsa de la playa... poca cosa... una toalla... un libro... un refresco... y la música.




Me puse un bikini... un pareo... un top...




Y la playa me reconfortó.

Ajena a cuanto me rodeaba... tumbada en la arena... unas veces bebiendo... otras fumando... sin saber exactamente... deteniéndome de vez en cuando... ante el estribillo de alguna canción... iba leyendo las doscientas y pico páginas que aún me quedaban de... "los pilares de la tierra".




Terminé el libro... y me dediqué a disfrutar de lo que me rodeaba.




La brisa marina... el rumor de las olas... el sol en mi piel...




Me acerqué hasta la orilla del mar... y aunque había mucha gente bañandose... la idea no me sedujo.




El mar tenía restos de las marejadas de los tres días anteriores... con demasiadas algas para mi gusto.




Aún así... dejé que unas pocas olas... bañaran mis pies...




Volví a mi toalla... y contemplé a la gente que me rodeaba... intentando imaginar... que historias se escondería... detrás de cada uno de ellos.




Absurdo... pero me hizo sonreir... al tiempo que recogía mis cosas... para volver.




Suelo caminar con la cabeza alta... casi altiva en ocasiones... mirando al frente... sin fijarme en las gentes con las que me cruzo.




Pero esta vez... "algo" me hizo girar un poco la cabeza.




Un hombre me miraba... y por un instante... mi mirada se cruzó con la suya.




Recorrió mi cuerpo de arriba abajo... y aunque su mirada no era... sucia... era de complacencia... y su boca se curvó con una sonrisa.




Confieso que me sorprendí... e incluso me giré por si acaso yo no era la destinataria de su mirada pero... detrás de mí no había nadie.




No pude evitar que... un ligero rubor... subiera a mis mejillas.




No me considero una mujer que... físicamete y a priori... llame la atención.




No... no es que asuste al miedo... que tampoco es eso, jajajajajajajajajaja... es sólo que... soy más consciente de mi intelecto... de mi forma de ser... mi carácter... que de mi físico... y así de entrada... pues eso... que me sorprendió... y más aún... cuando seguía notando su mirada... aún después de haber pasado por delante de él.




Mujer... a fin de cuentas... me miré al pasar por un escaparate... y me encogí de hombros... no vi nada especial... una mujer de 45 años... delgada... de pecho pequeño... y que necesitaba urgentemente... teñirse las canas, jajajajajajajajajajajajajajajaja.




Reconozco que la playa... y la mirada de aquel hombre... consiguieron cambiar mi humor... y empecé a pensar en el fin de semana.




Seguiré disfrutando de la playa... esta vez acompañada con esa parte de la familia con la que sí me llevo bien, jajajajajajajajaja... empezaré otro libro... la segunda parte de los pilares de la tierra... "un mundo sin fín"... disfrutaré de la compañia de unos amigos de Madrid... Amo/sumisa y además matrimonio... a los que estoy impaciente por conocer... también quedaré con otra pareja... Él de Barcelona y ella de Madrid... con los que siempre lo paso bien... teñiré mis canas... quizás no, jajajajajajajajajajajaja... con canas o sin ellas... yo soy la misma... y el pelo se estropea mucho con el sol, el mar y los tintes.




Bueno... me pensaré lo del tinte... quizás lo deje para la vuelta al curro... que necesitaré más cosas que me animen, jajajajajajaaajajajaja.




En fin... fue un día que empezó "raro"... pero que terminé sonriendo.













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