Cuesta abajo y... sin frenos

Puntualmente... llega... la despierta... se sobresalta... y deja que la acompañe.

Esta vez... no...

Esta vez... cierra su mente... cierra sus oidos... cierra su boca... cierra sus piernas... y levanta el brazo... para detener la caricia.

Se... ¿desvanece???... 

Sin encender la luz... se viste... y en silencio... sale de la casa...

La noche es fría... y oscura...

Anda sin rumbo fijo... sin un itinerario definido... y termina frente al mar.

La playa está desierta...

Se sienta en la fría arena... 

No puede evitar... sonreir...

Ainssssssssss... si la vieran... pensarían que está como un cencerro...

Alguna vez... ha hecho trastadas... pero siempre... dentro de un orden.

Dentro de un orden... equilibrio... estar bien... ha sido siempre su prioridad.

Sigue contemplando el mar... escuchando el rumor de las olas.

Piensa... piensa... piensa...

Siempre caminando hacia arriba... luchando... era lo que había que hacer... aunque la cuesta fuera empinada... y dura...

Lo ¿fácil... o lo difícil????...

¿Y si su error ha sido ese precisamente?... ¿por qué nunca se ha dejado caer... cuesta abajo... y sin frenos???.

Detenerse al borde del abismo... no caer... no volar...

Piensa... piensa... piensa...

Quizás... ha llegado el momento...

Sonríe...

Lentamente... regresa a casa...

Sin encender la luz... se desnuda... y se mete en la cama... agradeciendo el calor del nórdico.

¿Y si lo hace???... 

Sonríe...

A fin de cuentas... siempre podrá decir que... buscaba experiencias nuevas...

Sonríe...

Cuesta abajo... y sin frenos... 

Sonríe... y se duerme...